martes, 7 de enero de 2014

DESPEDIMOS A DON HECTOR MALDONADO


El pasado viernes 3, el Club Deportivo del SAG organizó una cena de despedida a Don Héctor Maldonado, quien luego de 44 años de trabajo, deja nuestro servicio para jubilarse.

En  una de las nuevas entradas, les entregaremos una breve biografía laboral de nuestro compañero de tantos años.

Mientras, les dejamos una foto y copia de la intervención del Presidente de la AFSAG.

 Felicitamos nuevamente y agradecemos a la Directiva del Club Deportivo por la organización de la cena, que resultó de las mejores que se han visto en nuestro quincho ¡¡¡¡¡

 

Estimadas-estimados:

 

Hoy estamos acá para despedir a Don Héctor, que deja de trabajar en el SAG, por haberse acogido a jubilación.

 

La palabra jubilación tiene un origen hebreo y otro latino.

En el primer caso tiene su origen en la ley de Moisés, que estableció que una vez cumplidos los 49 años (siete veces siete) debía celebrarse una fiesta –denominada  yobel- para dedicarse a reflexionar, meditar y volver a la esencia de la vida, pero siempre con gozo y alegría. El año nº 50 se dedicaba pues a disfrutar con júbilo de lo que se había conseguido en los años anteriores.

Esto dio lugar al término latino jubilatio, jubilationis, que significa gozo, alegría, júbilo. 

¡ Nos queda claro entonces, que en esa época no había AFP ! 

 Sin embargo, hay algo tanto o más importante que relevar y aprovechamos esta oportunidad porque la persona que nos convoca es un ejemplo notable.

 Nos refiero a la meritocracia. Es decir, la posibilidad de partir de abajo, de bien abajo, e ir, demostrando con trabajo y esfuerzo, que se puede ir subiendo, que se puede ir mejorando el ingreso, junto con las capacidades, dentro de un sistema que, con sus limitaciones, lo permitía y lo  estimulaba.

 ¿ Por qué digo que Don Héctor es un ejemplo notable? Porque para los que no saben, el partió contratado como jornal, a mediados de los sesenta. No fue  por casualidad, ni por filiación política ni por obsecuencia con la jefatura de turno que se posicionó como un funcionario ejemplar y logró pasar de ser un jornal, hasta llegar a ingresar al estamento administrativo, cumpliendo a cabalidad variadas funciones, más allá de su formación original, en distintas localidades y como se hacía en aquellos tiempos, con medios precarios, bajo aislamiento, con mínimas comunicaciones.

Como todos, pasó bajo jefaturas benévolas y otras hostiles. Probó los frutos dulces de la amistad y el compañerismo y los amargos del chaqueteo, como todos nosotros. Nada más ni nada menos, entregó su vida laboral a nuestra institución y pudo a cambio construir un hogar estable, una familia como dios manda,  logro que estoy seguro, atesora con la más profunda satisfacción.

 Para qué seguir extendiéndonos si creo que todos los aquí presentes, especialmente los que ya llevamos más camino recorrido sabemos de qué se trato esto, de la vida misma.

 Si lo breve es bueno y lo más breve doblemente bueno, especialmente en lo que a discursos se refiere así que, para terminar, en nombre de la  Directiva Regional  de la Asociación de Funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero y del Presidente Nacional con quien conversé hoy, le entregamos nuestros más potentes deseos de armonía, de bienestar  y  de larga y buena vida y no decimos adiós, sino que simplemente hasta pronto. 

                                               Nuestro Quincho: elegante y a la altura
                                                            Don Héctor y su señora esposa
 

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