martes, 19 de noviembre de 2013

LEVANTAMIENTO DE OPINION SOBRE POCO USO DE OBSERVACIONES EN PRECALIFICACIONES

En la pasada Junta Calificadora, se expresó la inquietud por parte del estamento directivo respecto a la poca utilización del derecho a réplica por parte de los funcionarios y funcionarias precalificados, para lo cual existe el casillero de observaciones en el correspondiente formulario.
La AFSAG se comprometió a realizar un levantamiento de opinión, cuyos resultados se encuentran a continuación.

La consulta específica fue: ¿ Por qué los funcionarios usan tan poco la opción de realizar observaciones por escrito a las precalificaciones que reciben?
Se realizó la consulta directa en forma individual en la Dirección Regional, Oficinas Coyhaique, Pto.Aysén, Chile Chico y Cochrane y Laboratorio Regional, asegurando la reserva de la identidad.

Las respuestas se transcriben a continuación: 

   

  • Miedo, tensión, lata

  • Porque te puedes cruzar con tu jefe

  • La gente cree que no sirve para nada

  • Te desgastas y ocupas tu tiempo en algo que no va a dar frutos

  • Por más que coloquemos observaciones  no tiene ningún sentido  porque los directivos son mayoría (en la votación)

  • Aunque pongas algo no te va a ayudar nada, es en vano, vale callampa

  • Al final tu te agotas. Si le caes bien al jefe tampoco es objetivo

  • De repente te ponen bajas notas por capacitación  y no has tenido la oportunidad  (de capacitarte)

  • Te colocan notas bajas porque tienen que ponerlas

  • Por miedo

  • Para no llevarle la contra al jefe no expresan lo que está mal, aunque no se esté de acuerdo  y no sea un funcionario problema.

  • La coloco sin observaciones porque así mi jefe me sigue queriendo

  • Otras veces porque estás de acuerdo con lo colocado.

  • Por dos razones: Porque es muy reducido el espacio para escribir y porque el funcionario no valora  la precalificación o la calificación lo suficiente como para ponerse a pensar qué argumentos u observaciones pueden presentar frente a las calificaciones recibidas.

  • Uno debiese colocar “no estoy de acuerdo con esto y pienso esto otro”, pero para no llevar la contra, para evitar ruido y también un poco de temor.

  • El sistema es tan malo que coloquen o no observaciones  no se sabe si tiene sentido

  • Qué saco con colocar, si me quieren echar o despedir lo harán. No hay sentido práctico de escribir.

  • Dependiendo de qué precalificador puede que algunas notas sean consensuadas, pero no se registra, sobretodo en oficinas sectoriales.

  • Hay un dejo de pasividad. No está incorporado en el ADN funcionario  observar o escribir cosas, razones varias desde el miedo a las flojera. No hay cultura de contra argumentar.

  • Porque creo que la gente está acostumbrada a no decir lo que piensa.

  • Porque prácticamente le da lo mismo

  • Porque no se atreve para no generar bulla o represalia o si no por costumbre.

  • Porque no surte ningún efecto.

  • En  mi caso la ocupo cuando corresponde.

  • Nunca me he sentido mal evaluado.

  • Los más antiguos son los que más las ocupan.

  • Porque me dan lo mismo.

  • Porque para mí es como un trámite: entro, quiero firmar y salir.

  • No me atrevería a representar la opinión de los demás. Yo no lo hago porque desde mi perspectiva, el sistema de calificaciones  lo único que hace es avalar el favoritismo y/o la conveniencia de la autoridad para con las personas. Por más observaciones que ponga o no ponga, si no estoy incluido  en la nómina de los favoritos no voy a ganar nada; voy a perder el tiempo en un tema que ya está cortado.

  • Es perder tiempo y prestarse para un show.

  • Porque independientemente de lo que uno coloque no lo toman mucho en cuenta.

  • Aunque se hagan observaciones, no se toma en consideración, por eso la gente se abstiene.

  • Igual depende del directivo; alguno se puede molestar, entonces para que hacerle ruido.

  • Si estas observaciones condujesen a algo, valdría la pena, pero habitualmente no conducen a nada. A mi juicio la observación tienen sentido hacerla cuando hay posibilidad de que haya algún grado de recepción.

  • No creo que sea tema, no en mi caso.

  • Si no hay recepción, tal vez el único valor es el téngase presente.

  • En realidad no me interesa. El directivo cumple una normativa y no le importan los funcionarios.

  • Porque no hay tiempo, ni el (funcionario) se da tiempo ni le toma el peso.

  • La gran mayoría no le ve relevancia al tema. Además,  la gente tiene temor a manifestar una opinión contraria a la de su jefatura.

  • Cuesta redactar algo más consistente

  • Muchas veces se da a la Asociación o al representante y no se anota ni se atreve a firmar porque piensa que se coloca contra la autoridad. Antes se hacían más observaciones.

  • Miedo, pensando que la jefatura lo trasmite a la dirección y puede jugar en contra, con menos salida a terreno o maltrato.

  • Sentirse incapaz de argumentar por escrito; si bien mucha gente sí lo puede hacer conversando.

  • Pero si me colocan puros 9 y 10 para qué hacer observaciones.

  • Cuando hay terceros involucrados en no cumplimientos que me perjudican, cómo involucrarlos en observaciones (escritas)

  • Sistema de calificaciones no valora temas o no reconoce lo que uno hace (no está dirigido a premiar). No se reconocen esfuerzos especiales como cancelar días administrativos ya pedidos o colaborar a compañeros que están atochados y solos.

  • Hay mucha gente a contrata y estas calificaciones no le sirven para nada. Son altamente subjetivas.

  • Uno: Porque están conformes con la nota. Dos, para evitar más “chuchoqueo”.

  • No le doy importancia a las calificaciones porque ¿cuál es la ventaja  o desventaja de ser o no ser calificado para los funcionarios de contrata? Las observaciones las he utilizado  sólo cuando hay inconsistencias gruesas o sin sustento.

  • No se cree en el proceso de evaluación, se desconfía de la objetividad del proceso.

  • El evaluador  incluye su visión emocional  al calificado, lo que le resta seriedad y objetividad

  • Para evitar disgustarse con el jefe.

  • No se hace necesario, ya que toda diferencia queda  zanjada en la entrevista de retroalimentación.

  • La junta calificadora no le informa a uno  como funcionario si por lo menos leyeron nuestras observaciones o descargos, cosa que sería muy importante saber

  • Aun no ha quedado oficialmente establecido  para el caso de los contrata si realmente sirve para algo una calificación serian

  • Cuando considero que hay algo arbitrario yo lo coloco.

  • Las calificaciones no tienen ningún valor o ningún beneficio y mientras no estés en la peor lista, no tienes atados.

  • Una buena calificación no significa mejoras en el sueldo ni estabilidad laboral.

  • Porque las calificaciones no sirven para nada.

  • Porque lo único objetivo es el reloj control

  • Igual lo ocupo. No sirve para nada pero el derecho a pataleo no te lo quita nadie y alguien a lo menos va a tener que darse el trabajo de leerlo. El silencio otorga.

  • Yo lo he ocupado, si bien en el último período no lo hice porque al estar fuera del SAG no tuve retroalimentación



 
El conjunto de respuestas permite concluir que existe un importante grado de desconfianza respecto a la efectividad del  sistema de evaluación tal cual lo hemos conocido. Consideramos de interés profundizar en las opiniones de socios y socias para levantar propuestas de mejoramiento.

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